lunes, enero 23, 2006

Viviendo el camino del héroe en su negocio

Este artículo, traducción libre de uno de Molly Gordon, tuvo mucha aceptación en el taller para coaches de promoción de servicios y me alentaron a publicarla en el blog.
Desde tiempo inmemorial, los seres humanos han construido historias para comprender sus vidas y llenarlas de significado. Siempre estamos contando historias.
Cuando no somos conscientes de nuestras historias, ellas operan por debajo. No las estamos contando, ellas nos cuentan a nosotros. Estas historias producen estados de ánimo, elecciones e interacciones que experimentamos como inevitables, normales. Por supuesto que me levanto a la mañana. Quién no? Es bueno cuando las historias son funcionales. Es un problema cuando las historias nos limitan en nuestra libertad, creatividad y aprendizaje.
Algunas de las historias que nos cuentan a nosotros producen descontento crónico y frustración. La vida es dura. El marketing es falso. La gente no entiende. Las historias que nos “cuentan a nosotros” tienen el potencial de hacer que dificultades temporarias, locales e impersonales se vuelvan problemas permanentes, globales y personales.
Cada uno de nosotros tiene el potencial de vivir un historia única, sagrada, heroica.
Desenterrar esa historia, articularla y compartirla con el mundo es una parte esencial del trabajo que hacemos en este planeta, sea que lo hagamos por plata o no. Y dado que el marketing es la historia corriente en el mundo, es nuestra responsabilidad de hacer marketing concientemente, ya sea que seamos los dueños de una consultora o un instructor o cualquier otra cosa.
La historia no termina nunca y si no hacemos marketing concientemente, lo hacemos inconscientemente.
El marketing es el deseo de hacer nuestro trabajo visible, comprensible y alcanzable por las personas que más probablemente se podrían beneficiar con él. Tus historias sobre tu negocio hacen esto? Si no es así, es tiempo de rescribirlas.
Cómo contamos una historia de un negocio atractiva sin ser poco realista o sin hacer promesas que no podemos cumplir? Propongo que usemos como modelo una de las más antiguas y potentes formas de historia, una forma que ha estado en los corazones de la humanidad por miles de años: la historia del viaje del héroe.
En esta historia, el héroe – que puede ser de origen humilde – parte en una zaga peligrosa. A lo largo del camino encuentra dificultades diversas. Al lidiar con ellas aprende algo sobre sí mismo y el mundo. Estas lecciones son difíciles. Al mismo tiempo, recibe la gracia de la ayuda de personas inesperadas. Con el tiempo, el héroe cumple con el objetivo de su viaje – que puede o no parecerse a lo que él pasaba al comienzo del viaje – y emerge más o menos victorioso y un poco más sabio.
Por qué es el modelo del viaje del héroe un modelo para construir su propio negocio?
Para empezar, es universal. Cualquiera se puede relacionar con él. Si no hay problemas, si no hay errores, no hay historia. Deja un montón de espacio para ser humano, para equivocarse, para perderse inclusive en el camino de nuestra victoria eventual. Es una historia universal de lo que significa ser humano, una historia con la cual cualquier oyente puede identificarse.
Nos mantiene en relación con otros porque reconoce nuestra humanidad como nuestras aspiraciones, no importa que tal inalcanzables parezcan. Es un cuento en progreso. Algunas veces de descubrimiento doloroso. No es un cuento de perfección.
Es heroico manejar un negocio mientras vivimos bajo los estándares de ser un “educador”. Es heroico reconocer que no sabemos y buscar las respuestas. Es heroico meterse en el mercado con la historia del servicio que uno ofrece al mundo sin estar seguro de cómo va a ser recibida.
Prestemos atención al contraste entre el viaje del héroe y la queja de la víctima. Ambos encuentran obstáculos. El héroe se permite ser transformado mientras resuelve los obstáculos y por lo tanto se acerca al objetivo y crece de maneras inesperadas. La víctima resiente los obstáculos y resiste ser cambiada. La transformación no es una opción para ella y la historia termina justo cuando podría haberse puesto interesante.
Las víctimas a veces suenan como si estuvieran dispuestas a transformar. Uno de sus mantras es “que funciona mal en mi?” Pero no es una pregunta. Es una respuesta. Es una declaración de la persona en la que dice que tiene defectos y que se compromete a vivir la historia de ellos más que la de vivir algo más grande.
Como escritor y héroe de su historia, usted está a cargo de cómo las dificultades que enfrenta lo afectan. Si no le gusta cómo están saliendo las cosas, siga escribiendo hasta que encuentre una manera de avanzar. Si está trabado y no sabe cómo destrabarse, imagine que usted está en el capítulo 6 y que tiene cientos de páginas para escribir antes de que su viaje termine. No termine su historia antes de que se produzca el milagro.
Póngase como héroe en el desarrollo de su negocio y pregúntese “qué desafíos enfrento hoy?” “Cómo puedo aprender, crecer, evolucionar para cumplir con esos desafíos?” “Qué nuevas posibilidades pueden estar presentándose bajo el disfraz de obstáculos en mi camino?”
Se puede sorprender de encontrar qué tan heroico su negocio puede ser.

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