lunes, abril 24, 2006

Mejoría espontánea

Es común llegar a la consulta médica y sentirse mejor automáticamente? Estar en la primer sesión de terapia y escucharse a uno mismo menos angustiado que en días anteriores? Parecería que pasa algo similar en los equipos en donde se ha anticipado que tendrán una intervención externa para resolver una situación problemática o mejorar su desempeño.
Algo se pone en perspectiva ante la idea de esa intervención. Algo como un regulador interno en el grupo hace que súbitamente, en muchos casos, la situación no se ve tan complicada o la intervención tan necesaria. Cambian algunos comportamientos, gatillados por una conversación (pensamiento o creencia expresada o no) que modifica las emociones que producen los desajustes. Poco interés en que “gente de afuera” se meta en sus cosas, “estamos tan mal que necesitamos ayuda?”, deterioro de la imagen personal o grupal por la necesidad de apoyo, etc. No hemos estudiado en profundidad todavía los argumentos.
Lo cierto es que se necesita mucho más que el alivio de los síntomas - sea por las razones que fuera que se producen – para retomar el camino del desarrollo o del funcionamiento adecuado, aunque es muy positivo para el resultado de la intervención que este alivio se produzca: es más fácil trabajar con grupos que no están en el pico máximo de su disfunción o que han registrado otras posibles formas de vincularse, aunque sea temporariamente.
El trabajo, de todos modos, recién empieza allí y es peligroso asociar alivio con cambios duraderos en los procesos de los grupos.

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