viernes, julio 28, 2006

Para dónde es?

Mientras no estuve en este espacio virtual, recordé a través de algunas experiencias un tema que me interesa.

El tema es el hecho de que las personas registremos sólo lo que la PNL llama nuestro mapa, - el guión personal de cómo es el mundo, la vida, uno mismo, etc - y que encontramos la manera de que la experiencia nos confirme nuestra creencia, ignorando lo que no entra en ese mapa.

Eso se extiende no sólo al que contrata coaching, por ejemplo, ya que podemos anticipar que las explicaciones de los hechos que motivan el pedido podrán no ser fiables. Pero del lado del que vende el servicio? Encuentro que suele aparecer un abordaje en el hay una interpretación del fenómeno desde el comienzo que tiñe el resto del proceso.

Está claro que la experiencia en un profesional va haciendo que acumule información que enriquece cualquier proceso; pero también es cierto que las personas tendemos a categorizar la información que obtenemos de nuestra experiencias. Esto hace más fácil el trabajo sin duda. Pero a veces me parece que se cae para el lado de la predictibilidad en aras de una supuesta efectividad.

Podrá ser un tema más en la formación de los coaches, tema que a algunas personas preocupa y ocupa tanto? Cómo asegurar flexibilidad en el coach, esa mente de principiante que propone Suzuki Roshi junto con el dominio de la habilidad que requiere acompañar a las personas a encontrar sus propias respuestas a sus interrogantes? Eso, si adherimos al concepto de que el coach no debe ser un mentor, es decir, aportando su expertise en un dominio específico para indicar lo que funciona o no en ese dominio, cosa que en muchos países se acepta y se estimula. Y eso lleva a cómo queremos que sea el coach formado acá. Vale todo? Sobre eso, sobre la definición y el ejercicio de la profesión me gustaría ver un debate. Y tal vez participar.

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