miércoles, julio 13, 2005

Otros comentarios desde el coaching corporal

Me manda por mail Andrea Gregoris los siguientes comentarios en torno al coaching corporal a partir del aporte de Olga Oviedo en el blog:
"Hola Viviana,
Antes que nada te quiero felicitar y agradecer por haber dado el puntapié inicial en un espacio de diálogo como éste! Gracias Olga por haberme pasado el link.
Soy Andrea Gregoris, tuve la suerte de haberme formado con Julio Olalla en Estados Unidos y luego cruzar todo eso con la Danzaterapia y la licenciatura de Comunicación. Desde estos enfoques, más Gestalt, más otras danzas, es que te escribo y me sumo a la puerta que abrís de diálogo, reflexiones abiertas, retóricas, disgresiones y otras yerbas.
Leí hace un tiempo el blog y me quedé con ganas de compartir el fogón de comentarios alrededor de lo corporal. Es un tema que me moviliza porque estoy articulando mucho la Danza Movimiento Terapia y el Coaching Ontológico. Lo que comparto acá es fruto de mi propio recorrido en coaching y de los talleres de corporalidad y emocionalidad que doy a gente que se forma en esta disciplina y a Coaches que quieren profundizar el abordaje desde el cuerpo.
Tengo un registro similar al de ustedes ante una de las tantas formas de trabajar con energías. Antes que las metáforas prefiero los nombres descriptivos ( apertura, determinación, flexibilidad,estabilidad, centramiento).Es más, quisiera encontrar otro nombre para "energías" o "dispociones" pero por ahora no se me ocurre. En parte no uso metáforas porque quiero evitar el esterotipo. El agua, por ejemplo, puede ser fuerte, tranquila, quieta, dura, transparente, no sólo fluída. Si la asocio a una sola energía restrinjo -desde la consigna- el abanico de oportunidades y de posibilidad de imaginar otras formas de experimentarla. Desde lo experiencial para el coachee no brindaré todas las posibilidades que podría haber.
Por otro lado, creo que por el encuadre de la Danzaterapia, pongo una huella muy, muy fuerte en no generar resistencias. Y si aparecen, no creo que sea sólo por las ganas del sistema de mantener la vieja coherencia, sino porque tal vez estoy aplicando dinámicas en momentos equivocados ( demasiado pronto tal vez).
Creo que entrando por una via de comodidad es más facil lograr el piso de confianza necesario donde después sí, casi en un mutuo consentimiento, pueda desafiar. Y aún así, no sé si siempre es necesario hacerlo por la via dura. Justamente como el cuerpo se olvida y genera incomodidad, mejor hacer un tránsito agradable, para que den ganas de quedarse. Es como el proceso de aprendizaje no? Una cosa es cuando decimos que podemos divertirnos y aprender y otra cosa es cuando oimos: para aprender hay que sufrir, estar serio, pegar la cola a la silla y nada más....
Una de las directoras de Newfield me decía: "ya hay demasiadas cosas que duelen en la vida, con qué sentido hacer coaching sin anestesia?"
Pareciera que si no cuidamos estos aspectos dejaremos de legitimar el malestar del otro, como bien vos decís, y pondremos nuestra propia explicación:" Tiene que tener malestar porque el proceso es así, incómodo, así que seguiré de largo y no prestaré atención a eso..." De ahí a cerrarse y justificarse el sistema en sí mismo tenemos un paso....Y reconozco en esto un miedo personal: que el coaching sea un cuerpo de conocimientos como centrípeto, muy centrado en sí mismo, con capacidad como de fagocitarse y ser pedante si no se cuida...
Olga pregunta "¿Es necesario someterlos a ejercicios que les resulten incómodos?" Yo creo que no. Quiero cuidar al otro, no exponerlo a la vulnerabilidad. En todo caso sabré darme cuenta de cuándo está preparado para otro nivel...y saltará porque tiene alas suficientes y volar será placentero. "¿La incomodidad enseña? La letra con sangre" Y...creo que no.
Esto lo articulo con lo siguiente: percibo que a veces existe esta postura: sólo nos basaremos en hechos reales como coaches para darles legitimidad. Por qué es menos legítimo y real una sensación, emoción y un sentimiento, una percepción que un hecho o juicio argumentado?. No me abriría puertas de interpretación nuevas el danzar con las sensaciones y percepciones del coachee más allá de que hayan sido dichas desde otro lugar al que mi coachee las comprendió? Dónde me paro como Coach en mi estrategia a seguir? En que la fundamentación del coachee no está bien argumentada o en trabajar justamente con esa sensación y perceción que trae?
Creo que a medida que pasa el tiempo, los que trabajamos en esta joven disciplina vamos encontrando nuevas preguntas, nuevas articulaciones,nuevos caminos. Brindo por este espacio de encuentro y de nuevo te lo agradezco. Ojalá sigamos danzando con palabras y miradas que nos enriquezcan en nuestro trabajo como Coaches.
Andrea Gregoris"

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